“Nunca pensé que aprender sobre autocuidado y salud pudiera cambiar tanto mi día a día. Aprendí ejercicios sencillos para mejorar mi fuerza y equilibrio, y hoy me siento más segura caminando sola. Lo que más me gustó fue que todo se explicaba con claridad y respeto; me sentí acompañada en cada paso.”

“La formación me pareció muy completa y cercana a la realidad del trabajo con personas mayores. Integra conocimientos técnicos con un enfoque humano y empático, que es justo lo que necesitamos en el ámbito geriátrico. Este tipo de aprendizaje no solo mejora la atención, también renueva el sentido de vocación en quienes cuidamos.”

“Cuido a mi mamá desde hace varios años, y muchas veces me sentía cansada y sin saber si lo estaba haciendo bien. Esta formación me ayudó a entender mejor sus necesidades y también las mías. Aprendí que cuidar no solo es dar medicamentos o acompañar, sino hacerlo con paciencia, respeto y conocimiento. Ahora me siento más segura, más tranquila y con más herramientas para seguir adelante.”

“Decidí inscribirme porque quería seguir manejando y mantenerme activo, pero con más confianza. Aprendí a reconocer señales de alerta, a cuidar mis reflejos y a explorar nuevas formas de moverme de manera segura. Ahora conduzco menos horas, pero con mucha más tranquilidad y seguridad.”